Cómo ejecutar Windows 10 o 11 desde una Memoria USB o Pendrive

Categoría: Noticias Escrito por Super User / April 27, 2024

Aprende cómo ejecutar Windows 10 o 11 directamente desde Pendrives Personalizados para obtener una mayor flexibilidad y portabilidad. Para empezar, consigue una unidad flash USB (preferiblemente de 32 GB), una licencia válida de Windows y una utilidad de terceros para USB de Windows como WinToUSB, Rufus o Ventoy. Sigue esta guía paso a paso: descarga el archivo ISO de Windows, crea una unidad USB de arranque usando la utilidad elegida y ejecuta Windows desde la unidad flash accediendo al menú de arranque durante el reinicio. A pesar de un rendimiento ligeramente más lento en comparación con una unidad interna, este enfoque ofrece un acceso conveniente y móvil a una experiencia de Windows más actualizada, lo que lo hace perfecto para sistemas antiguos o configuraciones portátiles.

En el mundo acelerado de la tecnología, mantenerse al día con los últimos sistemas operativos puede ser crucial. Si te encuentras atrapado con una versión anterior de Windows en tu PC, hay una solución que te permite experimentar los beneficios de Windows 10 o 11 sin una actualización completa del sistema. Puedes ejecutar estas versiones modernas de Windows directamente desde una unidad USB, lo que proporciona flexibilidad y portabilidad a tu experiencia informática.

¿Por qué ejecutar Windows desde un Pendrive?

¿Te preguntas por qué deberías considerar ejecutar Windows desde una unidad USB? La respuesta radica en la capacidad de llevar un sistema operativo más actualizado y receptivo a tu PC sin la necesidad de una revisión completa. Ya sea que estés lidiando con una máquina más antigua o simplemente quieras la conveniencia de una configuración portátil de Windows, este método ofrece una solución viable.

Para comenzar: lo que necesitas En primer lugar, para empezar, necesitarás algunos elementos esenciales:

  1. Unidad Flash USB: Asegúrate de que tenga un mínimo de 16 GB de espacio libre, aunque es preferible optar por 32 GB.

  2. Licencia de Windows: Necesitarás una licencia válida para activar Windows 10 o 11 en la unidad (y en general). Esta podría ser una licencia comprada o una asociada con tu ID digital.

  3. Utilidad de USB de Windows: Dado que Microsoft ya no admite Windows To Go, recurre a utilidades de terceros como WinToUSB, Rufus o Ventoy. Estas herramientas te ayudarán a crear una unidad de arranque con la versión de Windows que elijas.

Siempre asegúrate de comprar tus Pendrives Personalizados en La Casa del USB como proveedor de confianza, ya que pueden contener malware.

Guía paso a paso:

  1. Descarga el archivo ISO de Windows Para Windows 10: Visita el sitio web oficial de Descarga de Windows 10. Sigue las instrucciones para crear un medio de instalación y guarda el archivo ISO. Para Windows 11: Ve al sitio web de Descarga de Windows 11. Elige las opciones apropiadas y descarga el archivo ISO.
  2. Crea una unidad USB de arranque Usando WinToUSB:

Descarga e instala WinToUSB. Inicia el programa, selecciona "Windows to Go USB" y busca el archivo ISO. Elige la versión de Windows y tu unidad USB. Sigue las indicaciones para completar el proceso. Usando Rufus:

Descarga y ejecuta Rufus. Selecciona tu unidad USB, elige el archivo ISO de Windows y configura las opciones para Windows to Go. Haz clic en iniciar y deja que Rufus copie los archivos necesarios en tu unidad. Usando Ventoy:

Descarga Ventoy e instálalo directamente en la unidad USB. Copia el archivo ISO de Windows 10 o 11 en la unidad USB. Tu unidad ahora es de arranque y contiene los archivos necesarios de Windows.

  1. Inicia Windows desde una unidad flash Inserta la unidad USB en tu computadora. Reinicia la máquina y accede al menú de arranque durante el proceso de inicio (este comando será diferente de una máquina a otra, busca el comando de arranque para tu modelo con antelación o búscalo en la pantalla). Elige la unidad USB para iniciar Windows. Posibles inconvenientes de estos métodos Ejecutar Windows desde una unidad USB puede ofrecer portabilidad y flexibilidad, permitiendo la opción de llevar su sistema operativo contigo dondequiera que vayas. Sin embargo, es esencial ser consciente de posibles inconvenientes en comparación con una instalación tradicional en la unidad interna de una computadora.

Un inconveniente notable es el rendimiento reducido de Windows, ya que las unidades USB suelen tener velocidades de lectura y escritura más lentas en comparación con el almacenamiento interno. Esto puede significar una menor capacidad de respuesta general del sistema y tiempos de carga más largos para las aplicaciones. Además, ejecutar un sistema Windows desde una unidad USB puede provocar un mayor desgaste en la propia unidad flash, acortando potencialmente su vida útil. Además, si tu unidad no es lo suficientemente grande, este límite de almacenamiento puede plantear desafíos para usuarios con requisitos extensos de datos y software. Si bien usar Windows desde una unidad USB puede ser una solución conveniente en ciertos escenarios, es crucial sopesar estos contras frente a los pros para determinar si es el método adecuado para tus necesidades específicas.

Disfrutando de Windows portátil Si bien es cierto que ejecutar Windows desde una unidad USB puede conducir a un rendimiento ligeramente más lento en comparación con una unidad interna, proporciona una forma conveniente de trabajar con el sistema operativo y acceder a aplicaciones esenciales cuando sea necesario.

Este método es particularmente útil si te encuentras utilizando una PC con un sistema operativo más antiguo o si necesitas una configuración portátil de Windows para productividad sobre la marcha. Ahora, tienes la flexibilidad de ejecutar Windows 10 o 11 desde una unidad USB y disfrutar de una experiencia de Windows más actualizada dondequiera que lleves tu unidad USB.

 
 
 
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